(…) Hoy mis cicatrices hablan por mí. Hoy mis cicatrices derrochan poesía. Hoy esbozan un grito de guerra que parece rezar que soy indomable. Que soy invencible. Que soy FUERTE, y que me estoy empezando a querer. Que por fin todo está en su lugar, y que yo estoy en la cima del mundo, y de mi vida.