Hay momentos que le dan sentido a toda una vida. El saber que pese a lo que pueda parecer, la gente valora lo que haces, cómo lo haces y lo que te impulsa a hacerlo. Es esa pasión innata que nace del más carnal de los deseos, y que convierte las líneas en algo primitivo, necesario, y vital. Son esas ganas de crear sonrisas y levantar faldas, de sonrojar mejillas y activar la magia, de ser abrazo, refugio y consuelo.
Muchas veces me pregunto porqué escribo, y aún sigo sin saber la respuesta. La pregunta me parece tan absurda como un ‘¿por qué respiras?’. Aunque supongo que, en realidad, tiene la misma respuesta: porque es necesario y porque al fin y al cabo, me da la vida.
No podías haberlo descrito mejor: «porque te da vida». Siento lo mismo, lo necesito como el respirar. Y es que cuando nada marcha o cuando todo rueda bien, cuando no tienes ganas de nada más o cuando estás saturada de actividades,… ¿a que escribir es la mejor medicina? 😊😊😊😊😊
Sigue dándonos material, niñaaaa ❤😘
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Desde luego que es la mejor medicina, María. Muchísimas gracias por todo.💕
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No hay de qué. ¡De verdad que no! ❤😘💋
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