Inventamos mareas
Tripulábamos barcos
Y encendía con besos
El mar de tus labios.
Enrique Urquijo y Los Problemas
Nadie le ha dicho que es capaz de salvar al mundo con un abrazo,
que de sus pupilas rezuma un abismo inescrutable y en sus lágrimas recae todo el dolor de una nación.
Nadie le ha dicho que cuando me besa, el frío abandona mis huesos,
que de sus caricias salen ejércitos dispuestos a borrar el pasado,
que nació porque la vida necesitaba un sentido para seguir.
Nadie le ha dicho que su cuello sabe a la sal de un mar que cura heridas,
que es capaz de hacer tambalear todos mis esquemas cuando me baja las bragas,
y me dice, muy lento, que me deje llevar.
Nadie le ha dicho que desde que duerme a mi lado, odio que se acaben las noches,
que los domingos son un error cuando se va
y, la mera existencia, una fiesta cuando se queda.
Nadie le ha dicho que es capaz de hacer que el orgullo adquiera un nuevo significado,
que de sus manos nacen las raíces donde quiero seguir creciendo,
y su regazo es el único sitio donde quiero estar.
Nadie le ha dicho que cuando canta, bailan hasta los más tristes,
que su sonrisa son los cinco minutitos más de cada mañana,
que le debo la vida que he vivido desde que le conocí,
y que quizá por todo eso,
merece que le dé
toda aquella que me quede.
