Archivo de la categoría: SINCERICIDIO ATEMPORAL

Sí, esa soy yo.

Me sigo odiando. Sí, me odio. Siempre lo he hecho. Siempre me he odiado. Es algo que muy poca gente sabe y el resto pasa por alto. Sí, esa soy yo. La chica que no se quiere mirar al espejo por miedo a verse gorda y fea. La chica que no se quiere levantar de la cama porque odia el ruido que hacen sus pies al caminar. La chica con tendencia a la autodestrucción. Atada de pies y manos a las inseguridades, a los miedos, a ella misma. La chica que esconde los pedacitos rotos de su alma detrás de una falsa sonrisa cuando sale de casa. Esa chica que siempre dice que está bien cuando ni siquiera ha vivido el significado de esa palabra. La chica que no entiende que la gente la quiera porque ella se detesta así misma, detesta lo que ve. La chica que se esconde detrás de unas líneas manchadas de lágrimas desordenadas. Sí, esa soy yo.

image

Sandra Haya

A ella; te quiero.

Gracias por tanto
en tan poco tiempo.
S.L.A

Y a ella, que la quiero más que a nada y como a todo. A ella, que ha estado ahí siempre, para secar mis lágrimas y presenciar mis sonrisas. A ella, que nunca me ha dejado, que siempre ha permanecido a mi lado. A ella, que ha soportado mis bromas pesadas y mis continuos cambios de humor. A ella, que más que una mejor amiga ha terminado siendo una hermana. A ella darle las gracias por todos y cada uno de esos momentos que nunca llegarán a tener precio, pues son únicos. A ella, porque es ella y porque me da la gana. A ella, no las palabras más bonitas si no las más verdaderas. A ella; te quiero.

Sandra Haya

De un pasado no muy lejano

La grieta de mi pecho se ensancha. Parece que el Sol no se ha puesto en varios días. Vivo en una noche perpetua, únicamente acompañada por mis miedos. Las lágrimas corren por mis mejillas raudas y veloces. Ni siquiera sé por qué estoy llorando, creo que es la única forma que tengo de sacar al exterior todo lo que me atormenta. Quizá cuando la gente sepa que ser diferente a los demás es lo que te hace única y no inferior, dejaré de llorar para intentar protegerme de los demás y de mi misma.snsnsnsn

Sandra Haya

Cosas de mi vida.

Me he dado cuenta de que la gente tiene una opinión muy equivocada sobre mí. Y lo entiendo. Puede ser que desde fuera todo se vea diferente, mejor. Pero no es así. La gente me ha visto luchando, llorando, riendo, pero nadie me ve al final del día cuando sólo esos pensamientos dañinos me acompañan. Todos han visto esas cicatrices que acompañan mi cuerpo haciendo acto de presencia y representando cada batalla ganada. Pero esas no me duelen. Me duelen las que no se ven. Las que están por dentro y sólo yo puedo notar. Las que se resienten cada vez que alguien me recuerda, de forma cruel, lo que me ha tocado vivir.

image

Aunque lo intento llevar lo mejor que puedo. Haciéndoles creer a los que más me quieren que eso me importa una mierda, cuando la que está hecha una mierda la mayor parte del tiempo soy yo. Y sí, sé que podía haber sido peor, pero claro, cuando eres tú la que lo tienes que pasar, ese tipo de consuelo por llamarlo de alguna forma, no te vale y te da más ganas de pegar a alguien que de salir adelante. Es el típico consuelo que mi padre y yo denominamos “el consuelo de los tontos”, lo que uno dice cuando en realidad no sabe que decir y acaba cagándola estrepitosamente. No soy fuerte, para nada. O por lo menos no me lo considero. Quien me conoce bien sabe cuan de frágil soy. Las apariencias engañan y yo de puertas para fuera vivo de apariencias, que me ayudan como una coraza a protegerme de lo que me puede hacer daño. Me gustaría caminar sin miedo y sonreír con ganas, pero si la vida fuera así de fácil, permitiéndonos tener una vida de lujo y sin ningún tipo de problemas, nos acabaríamos muriendo entre tanta monotonía. Mientras tanto sueño, y me abrazo a la idea de que algún día, la gente empiece a pensar y no utilice de forma tan abusiva, los tan famosos prejuicios.

Sandra Haya

Simplemente vivir.

Quiero dejar de tener miedo. Quiero  dejar llorar. Quiero dejar de vivir por y para avergonzarme de mi misma. Quiero dejar de ponerme limites absurdos y empezar a vivir riesgos. Simplemente empezar a vivir. Empezar a vivir de verdad. Sin miedos, sin peros. Quiero reír hasta perder la razón. Bailar hasta desplomarme. Reír hasta embriagarme de felicidad. Quiero hacer todas esas cosas que no he hecho hasta ahora. Quiero salir por ahí, y que mis pasos sean un eco de la seguridad que tengo de mí misma. Quiero hacerlo, y ya sé que no será ni hoy ni mañana cuando lo consiga, pero algún día mis lágrimas sólo serán de alegría.

image

Sandra Haya