Clávate, puñal

Si siento más respiro, y si no reviento es porque escribo hasta encontrar aire. Me hice nómada de secretos entre las costillas de aquellos que juraron hacerme historia, y acabaron relegandome a ser recuerdo destinado a marchitar hasta sus mejores pesadillas.
Porque de las peores ni ellos quieren hablar.
Me preguntas porqué estoy tan triste mientras apagas el sol y enciendes un cigarro. Como si quisieras que te consumiese. Como si no estuvieses lo suficientemente consumido ya.
Y yo río. No por ganas. Si no por desesperación. La que me quema la garganta, la que te oprime el pecho.
Y nos junta.
Y nos aprieta.
Y yo río. No por ganas. Si no porque me prometí a mí misma que moriría haciéndolo.
Y yo si cumplo mis promesas.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s