Historias que inspiran, expiran, y rezuman poesía.
Mentiría si dijera que no tengo miedo, que no me asusto cuando te acercas o no me consumo cuando te alejas, y te noto distante y fría, y nos noto acabados y sin final.
Mentiría si dijera que no me desarmas cuando sonríes, cuando pareces tener tan controlada la situación que te permites bromear con ella, cuando te tengo tan cerca y apagas la luz.
Mentiría si dijera que no me tienes cautivado. Que no me tienes. Porque me tienes, de principio a fin, de norte a sur, de cama a cama, y vuelta.
Mentiría si dijera que no te echo de menos cada vez que te vas, porque te echo de menos, porque yo tampoco, también, te quiero.