GirlPower

Soy una mujer libre. Una mujer sin contrato que estipule los centímetros de su falda. Una mujer sin normas, sin horarios y con la cabeza llena de formas de cambiar el mundo. Una mujer que lucha por lo que un día otras no pudieron luchar, y que se levanta cada día haciendo una sonrisa con todos esos ‘no vivas soñando’ que todos los necios lanzan. Una mujer que grita y gime a la vida sin miedo a que los demás la escuchen. Una mujer que sueña y disfruta como sólo se hace una vez. Una mujer que un día de tanto llorar, se hizo fuerte. Una mujer que utiliza un bolígrafo de lanza y un papel de escudo, para todas esas cosas malas de este mundo. Una mujer que antes de cerrar los ojos ante el miedo, cierra el corazón. Un mujer que soy yo. Una mujer que es libre.

{INVINCIBLE}

(…) Hoy mis cicatrices hablan por mí. Hoy mis cicatrices derrochan poesía. Hoy esbozan un grito de guerra que parece rezar que soy indomable. Que soy invencible. Que soy FUERTE, y que me estoy empezando a querer. Que por fin todo está en su lugar, y que yo estoy en la cima del mundo, y de mi vida.

Entre líneas 

Hay momentos que le dan sentido a toda una vida. El saber que pese a lo que pueda parecer, la gente valora lo que haces, cómo lo haces y lo que te impulsa a hacerlo. Es esa pasión innata que nace del más carnal de los deseos, y que convierte las líneas en algo primitivo, necesario, y vital. Son esas ganas de crear sonrisas y levantar faldas, de sonrojar mejillas y activar la magia, de ser abrazo, refugio y consuelo.

Muchas veces me pregunto porqué escribo, y aún sigo sin saber la respuesta. La pregunta me parece tan absurda como un ‘¿por qué respiras?’. Aunque supongo que, en realidad, tiene la misma respuesta: porque es necesario y porque al fin y al cabo, me da la vida.