Con lo poco que nos cuesta creer en personas con piel de cordero y cara de lobo, en los ‘amigos’ y en los bancos, que solo buscan intereses detrás de todo buen trato, en esa persona que arranca tus bragas con su saliva todavía en las de otras y en religión y en política, unidos porque son representados por gente que quiere sostener el mundo cuando ni siquiera son capaces de sostener sus teorías.