Podría decirte que te ha dejado de ver como un posible, en vez de como un pasado que nunca se convirtió en futuro, que sus dedos ya no buscan los tuyos en el vértice de sus ganas, y que ha dejado de pensarte entre café y café. Podría decirte que sus líneas no gritan en silencio tu nombre, que ha dejado de imaginar lo que pudiera haber sido, y que Santander ha vuelto a ser lo mismo desde que tú no estás. Podría decirte que ha dejado de vestir su sonrisa como si fuera domingo, por sea caso un día vuelves y la encuentras aquí, y que el invierno es una buena época para olvidar, a el único chico que ha conseguido hacer de su vida una típica historia de verano a principios de año, y que ha hecho florecer su alma con sólo verte sonreír.
Podría decirte muchas cosas, pero si lo hiciera, estos dejarían de ser relatos a corazón abierto, y ella dejaría de ser yo.