Ahora que estamos en un punto muerto sin posibilidad de retorno te quiero dar las gracias. Gracias por hacerme sonreír y encontrarle utilidad a este corazón que hacía mucho que no latía al compás de otra persona. Ahora le encuentro el sentido a esas canciones de Andrés Suárez que a ti tanto te gusta escuchar. Esas canciones con las que ahora escribo de fondo. Gracias por saltar las diferencias y situarte a mi lado aunque en realidad estemos a kilómetros. Y tal como te dije ayer, sólo soy una chica que ha cogido un tren a ninguna parte y me encanta. Aunque no lleguemos a nada.