Últimamente no me gusta lo que escribo, lo veo como algo repetitivo, la pescadilla que se muerde la cola desde que tú estás. Intento escribir sobre otra cosa, lo juro. Pero ya nada me parece bonito si no contiene tu nombre. Es difícil de explicar pero es más difícil de entender, hasta para mí.
Archivos Mensuales: enero 2016
S
Ella me ve llorar cada día con los ojos inyectados en reproches que llevan tu nombre. Creo que ya no la caes bien, como todas aquellas personas que han entrado en mi vida para convertirla en el más absoluto desastre aunque fuera casi sin querer. Ya no sabe que hacer para verme como antes, hace tanto que no me ve sonreír de verdad que a veces se asusta cuando solo soy capaz de repetir que ya no puedo más. Todo el mundo sabe mi nombre y quizá lo que me gusta hacer después de salir del instituto un viernes por la tarde, pero ella me conoce. Ella sabe con una simple mirada cual es el motivo de mi tristeza, y puede que no sepa como sanarla pero desde luego me hace sentir mucho mejor. Es curioso porque a veces llega a parecer una madre. Sabe que hacer y que decir para que las cosas no me hagan sufrir más de la cuenta y cuando me arriesgo y pierdo sé que no me voy a caer mientras la tenga a ella para sujetarme.
Si no fuera por ella ahora no estaría llorando por ti, pero tampoco podría haber experimentado que se siente cuando por una vez las cosas salen bien.
A veces no quiere decir lo que piensa por miedo a darme unas alas que otro imbécil pueda cortar. Algunas veces le grito mis miedos y ella se queda quieta, callada, hasta que yo termino en un mar de lágrimas y ella me da un abrazo de esos que le dan sentido a todo.
Dice que todo se consigue luchando, y yo he luchado aunque me haya costado más de lo que en un principio pudiera imaginar, así que si algún día acabamos juntos, dale las gracias a ella.
Suelo tener miedo de perderla, ya que a veces mi carácter no es ni para tirar cohetes ni mucho menos para quererme soportar. Pero ella se queda. Siempre se queda, por mucho que sepa que ha empezado el invierno, que estoy enamorada de un imposible y muy lejos de mi hogar. Ella sabe perfectamente que se avecinan tiempos difíciles, pero a ella también le gusta el invierno.
Aunque este año el invierno, solo trate de ti.
Aunque todavía no lo sepas
Ojalá pudiera expresar las ganas que tengo de besarte.
Te quiero, y duele.
Duele tenerte tan lejos y no poder hacerte el amor.
De lado, encima o debajo, pero contigo.
Ya no puedo leer esos textos que tienen el nombre de otras.
Eres mío, aunque todavía no lo sepas.
Andrés Suárez nos espera en la cama a media noche.
Y no podemos faltar a la cita.
Ven
17:24
Intento con todas mis fuerzas dejar a un lado este vacío que se apodera de mí desde que me fui sin fecha de vuelta. Estoy empezando a echar de menos absolutamente todo de ti, incluso esas cosas que no pensé que acabaría necesitando. Realmente te necesito aquí para que duermas conmigo y me susurres al oído lo guapa que estoy cuando me sonrojo, o que te sientes aquí, con cámara en mano al tiempo que capturas mi cara de concentración mientras intento plasmar en palabras todo lo que me hace sentir bien cuando estoy a tu lado.
Empezaré a volverme loca, si no me matas con tus labios.
Cariño
23:57
Me siento en el suelo intentando que las cosas cobren sentido por enésima vez desde que no estás, pero desgraciadamente no lo hacen. Abrazo mis rodillas con sed de ti y me pregunto qué pasará entre nosotros mañana, cuando tenga la oportunidad de dormir a tu lado y decirte todas aquellas cosas de las que estos días me han privado. Tengo miedo de que aunque te he echado de menos a más no poder eso no sirva y sigamos con este mecanismo autodestructivo que sólo hace que nos consumamos cada vez más rápido uno dentro del otro. Sinceramente no sé qué pensar ya que tú nunca me expresas con claridad tu opinión, te cuesta decirme las cosas a la cara por mucho que te lo pida por miedo a verme rota en dos, pero cariño, rota me veo cada vez que discutimos y no sé si matarte o echarme a reír.
Siempre contigo
02:43
Ojalá estuvieras aquí y pudiéramos hacer una vida normal, de esas de las que la gente disfruta y yo desconozco. Supongo que la gente suele tener sueños más avariciosos que tener a la persona que ama, pero yo tan sólo pido eso. Poder tocar tu piel, contar tus lunares, y disfrutar de esa risa contagiosa que te sale sin querer y sin venir a cuento. Sé que es imposible pero todavía sueño con la posibilidad de que vengas aquí, me cojas entre tus brazos, me lleves a cada y me hagas el amor.
(QUIERO ESCAPARME) pero contigo.
Distancia
Es increíble como la ausencia de una persona en tu vida durante un periodo indefinido de tiempo cambia tu forma de ver las cosas, de sentirlas y de darles sentido. Me gustaría abrazarte y hablarte sobre todas aquellas cosas de las que tengo miedo, porque el futuro avisa y no es traidor por mucho que nos duela. Te echo de menos hasta cuando no quiero hacerlo, hasta cuando abrazo a mi corazón con las más fuerte de las corazas para que no puedan hacerme más daño.
¿Cómo va todo?
La gente quiere escuchar un ‘todo va bien’, porque si escuchan un ‘todo va mal’ eso significa que se tienen que quedar después a saber el porqué, aunque en realidad les importe una mierda que te hayas pasado los últimos meses llorando, queriendo tan sólo un abrazo de alguien que lo supiera dar de verdad.
Nunca hay un ‘todo va bien’ al menos para mí, aunque lo diga. Siempre hay reproches, llantos, exámenes, llamadas a las cuatro de la mañana, bajones a las tres de la tarde, noticias de esas que sin quererlo te joden el resto del día, y personas que hacen imposible tu vida y se quedan en ella para asegurarse de que todo va mal.
Siempre falta algo. Siempre falta un beso al llegar a casa, un abrazo de esos que quitan el sentido y el aliento también, un ‘te quiero’ inexperado, un ‘todo va a salir bien’ de la persona indicada o simplemente alguien que te caliente los pies cuando llegue la noche.
Y esta noche, tengo los pies fríos.
¿Para cuando un ‘nosotros’?
Ella es una de esas chicas que si dan algo, acaba por darlo todo. Que si pasa a tu lado por Gran Vía no te das cuenta o te giras para mirarla, pero no por su sonrisa, desgraciadamente. Que vive el día a día aunque no le guste, porque está deseando que alguien aparezca en su vida para darle la vuelta al reloj. Escribe como si eso ayudara a tapar heridas recientes y a sanar las viejas. Le encanta amar aunque nadie se atreva a amarla, o por lo menos, no de la forma en la que a ella le gustaría. De la risa al llanto y del llanto a la risa casi todo el tiempo. De decir lo primero que se le viene a la cabeza y luego arrepentirse. De querer que alguien la saque a bailar ‘Forever Young’ aunque no sepa moverse. Pasear con la cabeza agachada todo el tiempo por miedo a ver en los ojos de los demás lo que ella ve todo el tiempo. Sí ella pero, ¿para cuando un ‘nosotros’?
Locuras.
Yo no soy una chica de cometer locuras, ¿sabes? Pienso demasiado las cosas y bueno, de tanto pensarlas acabo por no hacerlas, al menos la mayoría de las veces. Porque son locuras, y las locuras hacen daño si al final salen de la manera opuesta a como tú te las puedas plantear. Voy a dejar de hacer locuras, al menos hasta que entienda que en mi caso y en el tuyo, nunca salen bien.