No llores por favor. Siempre nos quedarán los recuerdos de aquello que nunca pudo ser. Me embeberé de ti todas las noches antes de dormir, te lo prometo. Guardaré todos esos instantes bonitos que tuvimos, porque los malos ya nos han marcado lo suficiente. Fue lo suficientemente bonito como para ser recordado. Fue lo suficientemente triste como para ser sólo algo fugaz pero fue nuestro y eso, no nos lo podrá quitar nadie.
Sandra Haya