Mi voz se convierte en un susurro imperceptible a medida que abandonas mi vida. Dejando a esa niña solitaria que siempre fui. Dejando que me consuma por las inseguridades y las dudas ahora que tú no estás. Intenté ser diferente, lo juro. Intenté ser fuerte por una vez pero perdí. Perdí la batalla contra ti y contra mí misma. Las lágrimas ya no salen. Estoy vacía por dentro. Vacía de ti. Vacía de mí.
Sandra Haya