Martes, 19. Llueve. La lluvia salpica con fuerza el cristal por el que observo como todo el mundo sigue con su vida, mientras yo, me embebo de los últimos recuerdos que me quedan de ti.
Ahora no hay momentos felices. Ahora no me apetece reír como antes, porque, simplemente no tengo motivos para hacerlo. Me acuerdo que antes te gustaba mi sonrisa, decías que era el espejo de lo que mi alma quería decir y eso me gustaba, porque me demostraba que no todo estaba perdido, que ingenua. Y sin embargo ahora me apetece….ME APETECES, ahora que….ya no te tengo.
Contradicciones de una joven enamorada.
Sandra Haya